El presidente Hugo Chávez y el opositor Henrique Capriles
congregaron hoy miles de simpatizantes en sus cierres de campaña para
la elección presidencial del domingo, una de las más reñidas de la
historia democrática venezolana.
Tras un torrencial aguacero y aun bajo algunas gotas, Chávez encabezó por la tarde un acto en la céntrica avenida Bolívar de Caracas,
mientras Capriles recorría varios poblados del occidente del país y se
esperaba su cierre definitivo de campaña en la ciudad de Barquisimeto,
también en el occidente, para al final de la tarde.
La televisora oficial anunció que el jueves a las 9:00 (8:30 hora
peruana) transmitirá una entrevista con Chávez, quien tras salir de una
enorme tarima colocada al final de la avenida Bolívar recorría
lentamente entre la multitud de simpatizantes y sobre un camión sin
techo el camino de regreso por la avenida.
PROMETE GOBIERNO MÁS EFICIENTE
“Con esta lluvia…
nos consideramos bendecidos por la mano de Dios… es un preludio de lo
que va ocurrir el domingo 7 de octubre: gana Chávez”, dijo el presidente
que suele usar la tercera persona para referirse a él mismo.
Sin embargo, “vamos a seguir trabajando como hormiguitas… que no se
nos quede ni un voto por fuera”, agregó Chávez en un discurso de unos 45
minutos, en un nuevo estilo de actos más breves que sus apariciones de
meses y años anteriores, cuando podían extenderse más de cinco y siete
horas. También ha reducido el número de promesas o compromisos con los
electores, centrándose básicamente en que desea hacer un gobierno más
eficiente.
AL OTRO LADO, CAPRILES
La misma petición de
salir a votar realizaba Capriles, abogado de 40 años, quien ha dicho que
nunca ha perdido una elección. El candidato ha ganado en el pasado una
de las cinco alcaldías capitalinas y la gobernación del estado Miranda,
en el norte del país.
“Sigamos adelante, el domingo a votar, a ganar”, gritó Capriles ante
una multitud en la localidad de San Carlos, en el estado occidental de
Cojedes, una primera parada antes de su cierre en Barquisimeto. “Vengo a
pedirle su confianza… quiero pedirles una cosita, quiero pedirles que
aquí todos voten, que aquí nadie se quede sin votar”, agregó Capriles
parado sobre una pequeña tarima rodeado de cientos de personas y
llevando su tradicional gorra con los colores de la bandera de
Venezuela.
Más tarde, en una segunda parada en la población de San Fernando de
Apure, Capriles reiteró su señalamiento de que muchos de los que asisten
a actos oficiales lo hacen obligados por el gobierno, que niega tal
señalamiento.
MENOS PALABRA Y MÁS ACCIONES
El candidato
opositor, quien ha centrado su discurso electoral en que se requiere
menos palabra y más acciones para encarar los problemas de criminalidad y
alta inflación en el país, por ejemplo, se mostró complacido de ser
recibido por una multitud en Apure, un estado por años gobernado
regionalmente por el oficialismo.
“A pesar de este calor, de este sol poderoso, aquí no se movió
nadie. Sé que la mayor parte de las personas que viven en San Fernando,
muchos trabajan para el Estado y por eso estoy impresionado que estén
aquí, ver tanta gente”, aseguró el aspirante opositor.
Al menos 19 millones de venezolanos están inscritos para votar este
domingo. En Venezuela la victoria se consigue con mayoría simple en una
sola vuelta.
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