La Pulga clavó un golazo de su sello a los 46 minutos del segundo tiempo para ganarle 1-0 a Brasil. La Selección terminó así con festejo un partido en el que había mostrado poco.
Lejos parecen estar la era Maradona y las idas y vueltas antes de la designación del Checho. El presente marca que Sergio Batista es y será el técnico de la Selección para la próxima Copa América y pensando en el Mundial de 2014. Con la confirmación, la primera prueba de fuego la juega en Qatar. Es nada menos que en el clásico sudamericano ante Brasil, otro que busca recuperar su mística.
Batista y Mano Menezes parecen tener ideas muy parecidas. Así se vio, al menos, en el inicio del partido. Argentina presionaba, Brasil hacía lo mismo. Argentina intentaba jugar con la pelota al piso, el Pentacampeón, también. Y claro, con jugadores como Lionel Messi, Javier Pastore, Angel Di María, Ronaldinho, Robinho y Neymar, entre tantos otros, no se podía esperar otra cosa.
El comienzo mostró a una selección de Batista decidida a jugar en campo rival. Pero rápidamente Brasil logró torcer el rumbo de la pelota. Presionó mejor que Argentina y se adueñó con la pelota. Ronaldinho, parado como enganche, se adueñó del fútbol y fue el más vertical de dos equipos que no paraban de tocar, de circular el balón. Junto a él, en la creación estaba Elías. Arriba, Robinho acompañando al punta Neymar.
Del lado argentino, el esquema estaba claro. A la hora de atacar, tres arriba (Messi, Higuaín y Di María) y un bloque de jugadores por detrás, con Pastore algo más adelantado junto a Ever Banega. Cuando la pelota era de Brasil, la presión la hacían los tres de arriba y otros dos volantes que formaban una estructura de cinco, sobre la salida rival. Pero cuando los de Menezes cruzaban la mitad de la cancha, Di María pasaba a la línea de mediocampo para formar dos formaciones de cuatro jugadores, con Mascherano algo más retrasado, metiéndose casi entre los defensores.
Así y todo, las más claras las tuvo Brasil en la primera parte. Dani Alves, preocupado sólo por atacar y ni un poquito por defender, colocó la pelota en el travesaño. La joyita, casi la convierte Ronaldinho, con un taco que practicó en la puerta del área chica, con una defensa jugada. Bien por Sergio Romero.
Del lado argentino, no demasiado. Javier Zanetti probó desde la izquierda con un zurdazo débil en el amanecer del partido y Messi sacó una bomba sobre el final de la primera etapa que se fue por arriba del travesaño.
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